EN LA TIERRA DE LOS CHATINOS por
Barbara Schaffer ¿Qué hay del lado de la carretera? nos hemos preguntado más de una vez, mientras que viajábamos por la costa hacia la Laguna de Manialtepec. Así fue que un día salimos de Puerto hacia el oeste y tomamos la terracería rumbo a San Antonio Cuixtla. La señal en la carretera decía que estaba a 8 kms, pero habíamos sido advertidos que el camino que subía la montaña era accidentada y lenta. De hecho, el ascenso al pueblo nos tomó casi media hora. Por ser la temporada de sequía, la tierra estaba agostada. Nos hizo recordar a los desiertos de Sonora y de Baja California. Aquí y allá, en un valle, veíamos una milpa, y cruzamos un arroyo pequeño. La verdadera recompensa fue la vista espectacular de Manialtepec, que en esta época del año es un lago separado del mar por una franja de tierra. El pueblo de Cuixtla está en la punta de una montaña, y consiste mayormente de casas de carrizo con techos de palma, aunque hay algunas casas de tabique. Todo brillaba en el sol y lucía bien cuidado. Las dos calles cortas que atraviesan el pueblo y que conectan caminos de terracería estaban pavimentadas. Había varios negocios, una casa de salud, una escuela, y una iglesia evangélica. Vimos niños en bicicletas nuevas. Parecía un lugar agradable. Queríamos seguir más lejos por las montañas y llegar a Nopala por la terracería. Pero nos dijeron que el camino era de brecha y sólo se puede pasar a pie. Entonces bajamos la montaña por el mismo camino que habíamos subido. Cabe destacar que nuestra fascinación por las montañas cercanas a Puerto Escondido no estriba solamente en ir a sitios fuera del alcance de los mapas de Google; también queríamos saber de la tierra de la gente chatina. Muchas de las personas que viven y trabajan en Puerto son chatinos. Aunque solo algunos hablan el idioma de sus abuelos, están muy orgullosos de sus antepasados y de su larga historia en la región. El poblado chatino más importante es la ciudad de Santos Reyes Nopala. Los chatinos se asentaron en la zona de Nopala cerca de 800. Pero algunos historiadores creen que han estado en la región desde hace 2,300 A.C. Actualmente, Nopala tiene más de 15,000 habitantes; y la mitad de ellos habla chatino. Nopala es una hermosa ciudad montañosa que es fácilmente accesible por carretera pavimentada. Sólo hay que salir de Puerto por la Avenida Oaxaca hasta llegar a San Gabriel - una hora por la ruta 131. De allí, toma la desviación a Nopala y sigue media hora más. Un punto culminante de tu visita debe ser las estelas de los siglos VI al VIII que ahora están incrustados en los muros del Palacio Municipal. Fueron descubiertas en el Cerro de la Iglesia a 5 km de la ciudad, y en 1966 fueron trasladadas en yuntas de bueyes por terrenos muy accidentados. Este proyecto enorme fue llevado a cabo para proteger las estelas de la intemperie y para recordar el periodo clásico de la cultura chatina. Nopala tuvo un rol clave en la Rebelión chatina de 1896. Hasta la llegada de los cafetales a mediados del siglo XIX, no había mucho contacto con el mundo exterior. Aunque el café fue de gran beneficio para los dueños de las plantaciones y para la economía del estado, significaba la pérdida de tierra de cultivo para los nativos de la región, y el colmo fue que tenían que pagar impuestos. El 6 de abril de 1896, los chatinos atacaron la capital del distrito de Juquila. Su grito de lucha fue “Muerte a todos los que usan pantalones” - refiriéndose a la gente blanca y a los mestizos que se vestían de ropa europea en vez de usar calzones. Quemaron el palacio municipal y los archivos y decapitaron a 22 de las personas de la ciudad con machete, incluso oficiales importantes del gobierno y agentes de los cafetales. Tardó dos semanas para que las tropas del estado retomaran la ciudad. Treinta de los rebeldes fueron ejecutados; otros fueron exiliados a Quintana Roo. La rebelión es conocida como La guerra de los pantalones. Más lejos se encuentra el pequeño pueblo de Yaitepec, una joya de tranquilidad en las montañas cerca de Santa Catarina Juquila. Allí la mayoría de los 3,000 habitantes habla chatino y usa la indumentaria tradicional. En un vitral de la iglesia hay una imagen del Niño Jesús que muestra a Jesús en pantalones, mientras que la Virgen usa ropa medieval. Sol de la Costa marzo 2009
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